
Persistir. Resistir. Así me repetía esta mañana mientras despertaba. Persistir y resistir y nunca rendirse, trataba de completar mis pensamientos.
Persistir. Resistir e insistir. Lo repetía como mantra mientras ponía los pies en el piso y daba la bienvenida a un nuevo día.
Y mientras tomaba un vaso de agua, lo volví a repetir. Y entonces nuevamente un sentido profundo de agradecimiento por el nuevo día y por lo que viene invadió mi mente, mi cuerpo y mi alma.
Ahora si. Estoy listo para este nuevo día.