
Perdemos demasiado tiempo peleando por cosas que no valen la pena. Discutimos sobre asuntos que no tienen mayor relevancia. Nos enfocamos en cosas que no aportan a nuestro crecimiento. Preferimos estar hablando de los demás. Y luego nos preguntamos, por qué no avanzamos?
Si tan solo pudiéramos enfocarnos en lo que es importante. En el trabajo que nos ayude a ser mejores. A dedicarnos a construir, en lugar de tratar de destruir al de al lado. Eso haría todo mucho más sencillo.
El problema es que pensamos que tenemos tiempo, y que luego lo podremos hacer. Pero el tiempo no se detiene. Y todo eso que hemos perdido jamás lo vamos a recuperar.
Y al hacer lo que tenemos que hacer, debemos creer que es un juego. Disfrutarlo y no perder el tiempo en cosas que no aportan.
“This is the real secret of life — to be completely engaged with what you are doing in the here and now. And instead of calling it work, realize it is play.”