
“Be careful about getting good at things you don’t want to do.”
Cuidado. Pon atención. No hagas eso. Esas llamadas de atención nos las hacían a aquellos que tuvimos la fortuna de tener un padre que estuviera cuidando nuestros pasos. Pero en la medida que vamos creciendo quizás ya no tenemos quien nos esté guíando y ahora tenemos que tomar muchas de nuestras decisiones por nuestra cuenta. Y esas decisiones incluye saber qué tipo de persona somos. Qué tipo de habilidades tenemos. Y sobre todo qué tipo de personas queremos ser.
¿Cuánta gente conocemos que son muy buenos en lo que hacen? Quizás son excelentes maestros, excelentes empleados. Pero la pregunta es: son buenos por qué les gusta hacer eso? O son buenos por qué piensan que no tienen otra opción?
¿Cuantos de nosotros hacemos cosas en las que somos muy buenos pero que a la primera oportunidad dejaríamos totalmente para explorar y hacer otras cosas? Cuantos de nosotros somos muy buenos empleados, pero si se diera cambiariamos nuestras actividades por algunas más? Y peor aun quienes de nosotros somos muy buenos para mentir, engañar y otros cientos de hábitos que sabemos que no nos ayudan, y sin embargo hemos aprendido a ser muy buenos con ellos. Y tenemos que tener cuidado y detectarlos y dejar de ser buenos en eso. Cambiar un hábito en el que somos buenos pero que no nos sirve y aporta, por uno en el que tengamos que aprender de cero no es fácil. Pero es algo que nos debemos.